7.9.10

"El Noble Animal"

     "Muchas veces, en muchas discusiones con muchas personas suelo tratar de argumentar desfragmentando mi discurso. Lo separo en partes, explico cada una de ellas, explico la relación que tienen entre sí y luego las aplico al todo. En una de las tantas discusiones, en la cual utilicé este método y -en pedo- di mi argumento, me dijeron 'vos sos un estructuralista'. No sabía en ese momento lo que eso significaba, asi que lo tomé a mal. Pero con el paso del tiempo descubrí -de pedo- que significaba este concepto; y no solo eso, sino que también lo aprehendí con más fuerza que antes.
     Según las varias definiciones del diccionario, 'noble' es un adjetivo referido a alguien ilustre, excelente o aventajado en alguna cuestión, singular en su especie, superior, honroso, estimable, así como también a alguien que por su linaje posee algún titulo o derecho sobre un reino. Por su parte, 'animal' se refiere a 'ser orgánico que vive, siente y se mueve por propio impulso', 'animal irracional' y a adjetivaciones como: persona de comportamiento instintivo, ignorante y grosero; y, también en contradicción, a una persona que se destaca por su saber, fuerza, inteligencia o corpulencia. Entonces ¿cuál es el motivo, la causa, la razón por la cuál elegí esas dos palabras en ese órden y con ese artículo precediéndolas, para este blog? Si busco una respuesta a esa pregunta, encontraría una respuesta pero a otra pregunta: ¿Qué escribir en este blog?.
      No creo ser alguien que piense mucho las cosas antes de hacerla, lo que no quiere decir que no las piense en absoluto; pero en la mayoría de los casos primero actúo (con todo lo que la palabra encierra y abre), espero la(s) consecuencia(s) de mi acto y luego pienso...y pienso mucho. Ahora ¿es esto noble o animal? La primer respuesta indudablemente tiende a ser 'animal'. Y puede ser, hay algo de animal en actuar por 'instinto', reaccionar luego de un estímulo y aprender de la experiencia. Ese acto de arrojo, aunque parezca irracional, no lo es. Es un acto dictado por una experiencia adquirida, aunque sea erróneo, aunque sea apresurado, hay una pequeña experiencia, mezclada con un sentimiento determinado a ese momento, la que nos dice cómo actuar. Hasta un bebé recién nacido nace con una experiencia en cuanto a como actuar. Entonces, actuar y luego pensar (o luego aprender) puede ser algo animal y, de hecho, lo es.
     ¿Y noble? ¿Cuánto hay de nobleza en actuar sin pensar ni reparar en consecuencias?...Para mí, todo. El noble se arroja, y se estrella o triunfa. Ser noble implica llevar una carga la cual hay que sostenerla y soportarla, o abandonarla, rendirse y perder esa condición de único, de superior. Ser-Noble es sentir orgullo, es afrontar miedos y vivir y morir por deseos, pasiones. Para ser noble hay que conocerse como tal para poder luego actuar como tal. Conocer (o reconocer, depende el caso) solo se puede llevar a cabo si contamos con una experiencia, aunque sea mínima, la cual nos permita descubrir esa chispa que nos hace sentir pasión por crecer. Conocer, crecer, descubrir...no veo posible esto sin el acto de arrojarse, dejarse ir. Por lo tanto, creo que hay mucho más de noble que de animal en actuar por sentir - ya no sin pensar, puesto que aclaré que algo se piensa-. Está en el sentir la clave para conocer, crecer y descubrir. Sentir orgullo, o la falta de este; sentir miedo, valentía; sentir gloria o frustración. Sentir únicos y opuestos.
     "El Noble Animal": 'El', para designar algo único, quizás hasta solitario y solo consigo mismo. 'Noble', la cualidad primera, la que nos hace sentir o desear. 'Animal', la cualidad primaria para poder actuar y aprender, aún del golpe, de la derrota, del dolor o de todo lo contrario. Bajo esta convicción cometo el acto de arrojarme a escribir en éste blog. Escribir por impulsos, por instinto, aunque luego duela releer lo escrito, o descubrir mis errores. Pero, como dije antes, es experiencia...no sería ni noble ni animal si no llevara a cabo este acto de arrojo."